GE Global Research, en asociación con el grupo de trabajo interinstitucional centrado en la lucha contra el terrorismo, el Grupo de trabajo de soporte técnico (TWSG), Quantum Magnetics y con la ayuda de KEMsense están trabajando en un detector de explosivos del tamaño de un sello postal. Este detector de explosivos es una etiqueta sensorial que utiliza una RFID (identificación por radiofrecuencia) inalámbrica sin batería y tiene muchas ventajas en cuanto a costo, tamaño y versatilidad. Las etiquetas son especialmente capaces de detectar productos químicos. Dependiendo de las especificaciones de rendimiento y el volumen de fabricación, la investigación global de GE espera que los costos de producción oscilen entre 5 y 50 centavos. El sensor se puede estampar como una pegatina dentro de un contenedor de carga en un barco o en el embalaje de las mercancías enviadas. Los aeropuertos podrían hacer uso del sistema de sellos como solución de seguridad.
Lea también: Encontrado el material más fuerte que ocurre biológicamente en la naturaleza
El detector está hecho de dos partes: la etiqueta del sensor RFID y un lector de etiquetas del tamaño de un teléfono celular que funciona con batería. Si la etiqueta del sensor RFID se coloca en el contenedor que se va a analizar y se detecta la presencia de un explosivo, las propiedades electrónicas de la etiqueta sensorial cambian y, por lo tanto, alertará al lector de etiquetas del tamaño de un teléfono celular. Cuando los trabajadores sostienen el lector de etiquetas contra la etiqueta sensorial, el espectro de radiofrecuencia se ve alterado de manera predecible por la presencia de materiales peligrosos atrapados en la película. Esta respuesta del espectro de radio es captada por la antena y luego transmitida al lector, que procesa los datos para que las autoridades sepan si hay una sustancia peligrosa presente y cuánto hay alrededor..
El desarrollo de etiquetas RFID podría tener muchas ventajas. Podrían proporcionar soluciones permanentes para los voluminosos y grandes sistemas de seguridad basados en computadoras de escritorio en los aeropuertos. El sistema RFID toma muestras y analiza por separado las superficies sospechosas, lo que consume una gran cantidad de tiempo, costos y energía. En comparación con un detector de escritorio convencional, este detector de explosivos es 300 veces más pequeño y reduce el peso y el uso de energía 100 veces..
Este avance nos acerca a un futuro de pruebas ubicuas de explosivos químicos.
Los informes describen que la etiqueta sensorial tiene una antena en espiral con un microchip en el centro; con una película especial en capas en la parte superior. La antena recolecta energía del lector cuando está cerca. La combinación de película y sensor detecta las moléculas del explosivo o el oxidante que se utiliza para fabricar explosivos improvisados. La película de detección de productos químicos está diseñada utilizando varios aspectos de la ciencia de los materiales, la nanotecnología, la química y el análisis de datos..
Las aplicaciones de la tecnología se pueden extender a varias aplicaciones en el futuro: fugas pasivas de gas, degradación del aislamiento eléctrico y detección de contaminación bacteriana..
¿Puede esta tecnología facilitar la detección de explosivos? Cuéntanos en comentarios!
Manténgase atento a las últimas noticias sobre tecnología de fossBytes.